En el ámbito de la investigación siempre se ha apostado por recurrir a bases de datos científicas de pago, abonando las instituciones educativas unas tasas por la licencia para su uso por parte de la comunidad científica. Sin embargo, existen numerosas bases de datos científicas, algunas más potentes que las comerciales, que la gran mayoría de los investigadores y profesorado universitario desconoce. En este post te presento algunas de ellas.
Web of Science y Scopus, dos gigantes comerciales
Son muchos los investigadores que recurren a estas dos bases de datos comerciales. La costumbre científica de un gran porcentaje de profesorado e investigadores provoca que otras bases de datos de acceso libre y sin licencia de pago queden eclipsadas por estas. Si buscamos artículos de revisión sistemática o metaanálisis la mayoría de ellos hacen referencia en su diagrama de flujo a búsquedas en WoS y Scopus. Sin embargo, no son las que más documentos tienen indexados, por lo que todas las revisiones sistemáticas podrían mejorarse si tuviesen en cuenta otras bases de datos de acceso libre como por ejemplo Dimensions. Por supuesto, como punto a favor tienen muchos servicios asociados con los que los investigadores están familiarizados, pero en cuanto a número de documentos no son las más grandes.
Fijaos que Web of Science aglutina sobre unos 170 millones de documentos, mientras que Scopus sobre 70 millones. Dimensions tiene 134 millones de documentos registrados y Base 321 millones de documentos, siendo la que más Google Schoolar con más de 350 millones de documentos. En España tenemos a Dialnet que es muy consultada por el alumnado universitario pero posee solamente 8 millones de registros.
Por supuesto, no todas estas bases de datos gratuitas tienen las mismas funcionalidades, pero muchas sí que permiten exportar artículos, guardarlos, etc. Uno de los mayores problemas del uso de bases de datos comerciales es que cuando el alumnado universitario finaliza su etapa ya no podrá acceder a ellas al no estar suscrito como institución. Otro problema es que las universidades de países subdesarrollados no pueden abonar las altas cuotas de licencia de esas bases de datos mermando la calidad de la investigación. Por eso, recurrir a bases de datos o buscadores científicos gratuitos puede ser una buena opción. Aquí te presento los más destacadas pero podrás conocer más en mi curso online Cómo redactar un artículo científico
Con más de 350 millones de documentos
Con 321 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 262 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 254 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 236 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 211 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 154 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 134 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
Con 103 millones de documentos ACCEDE AQUÍ
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Con 8 millones de documentos
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