Es una de las mayores preocupaciones de las familias, uno de los grandes debates de los expertos en educación, y un motivo de crítica hacia la gestión del gobierno de un país. Hoy hablamos de educación pública y educación concertada. Presento un punto de vista crítico para invitaros a la reflexión sobre ambos modelos.
Abordando el término educación pública, concertada y privada
Para contextualizar este artículo debemos diferenciar entre 3 tipos de gestión educativa: la educación pública, la educación concertada y la educación privada. Generalmente la educación concertada y privada se aglutina en un bloque común denominado enseñanza privada. Pero lo cierto es que hay una pequeña diferencia entre ambas, y es que la concertada a diferencia de la privada recibe dinero de fondos públicos mediante conciertos que la obligan a adecuar su funcionamiento a las mismas normas que los centros públicos.
En este post, dejaré fuera del análisis a la educación privada, para centrarme única y exclusivamente en la educación pública y concertada.
Grandes debates de la educación pública y concertada
Los profesionales de la educación hemos abordado en infinitas ocasiones numerosos debates sobre la educación pública y la concertada. Hay ciertos temas que preocupan a la población y a toda la comunidad educativa y de ahí que estos debates, a veces sin culminar con nada claro y conciso, surjan año tras año en foros, cafeterías, reuniones, asambleas e incluso en el gobierno de un país.
Acerca de la calidad educativa
Muchas veces he escuchado que los mejores docentes están en la educación pública, los argumentos se basan en la superación de un complejo sistema de oposición hasta llegar a su puesto de trabajo. Paralelamente hay personas que indican que el sistema de oposición actual de acceso a la enseñanza pública no está filtrando correctamente a los mejores docentes.
Por otra parte, quienes apuestan por la pública apuntan a la concertada como el epicentro de los contactos, donde profesorado amigo de…o familiar de…ejercerá como docente vía directa, sin ningún tipo de examen o concurrencia competitiva. Se habla de profesores «multiusos» que valen para todas las materias e incluso para diferentes etapas educativas y que esto puede mermar la calidad de enseñanza.
Por otra parte también se comenta que los centros públicos están masificados de alumnos, de diversa índole y con diversa problemática que en los centros concertados no suele haber. E incluso se sospecha de cierto rechazo a determinado alumnado que puede causar problemas en este tipo de centros.
Los recursos tecnológicos, materiales e infraestructuras apuntan también a la educación concertada como mejores condiciones y la falta y escasez de recursos condenan a la pública a estar bajo la demanda constante de AMPAS luchando para que no existan goteras, incorporen calefacción en las aulas o instalen aire acondicionado, entre otras decenas de reclamaciones que demanda el profesorado.
Han salido alumnos brillantes tanto de la educación pública como de la concertada
Esta es otra de las competiciones de quienes se atreven a apostar por un único modelo, argumentan que el porcentaje de éxito puede ser mayor en uno u otro tipo de centros. Lo cierto es que el paso de los años ha dado la razón a todas las masas. Y ojalá tuviésemos la receta mágica para crear personas exitosas a alumnado procedente de cualquier centro educativo.
Algunos datos importantes…
Según el último informe del Ministerio de Educación en el curso 2016-17, el 17,7% de los centros docentes de Enseñanzas no universitarias son privados que tienen concertadas todas o parte de las enseñanzas impartidas, el 67,4% son públicos y el 14,8% restante son centros privados que no tienen concertada ninguna de las enseñanzas.
En la enseñanza privada concertada está escolarizado el 25,7% del alumnado, mientras que los centros públicos escolarizan al 67,5% y en enseñanzas privadas no concertadas están escolarizados el 6,9% restante.
¿Debe el gobierno de un país destinar fondos a la educación concertada?
Esta es una de las cuestiones más polémicas que hay hoy en día. En el último informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional sobre el Sistema Estatal de indicadores de la educación 2019 se refleja el supuesto gasto en el que incurrió el gobierno para favorecer la enseñanza concertada. Un total del 12.7% del presupuesto para educación.
Mi opinión es firme sobre si debe financiarse con fondos públicos a la educación concertada, rotundamente no. No porque son fondos públicos y por eso deben ir destinados precisamente para cubrir los derechos básicos de la sociedad, el derecho a la educación. No porque tenemos muchas carencias en los centros educativos públicos y no gozan de todos los recursos necesarios para impartir educación de calidad, por tanto el dinero no sobra para destinarlo a empresas privadas. No porque se pierde el control de los procesos de calidad y accesibilidad de los fondos a los centros concertados.
Otro tema puesto encima de la mesa es si hay muchos intereses del gobierno para financiar a la concertada por falta de recursos de la pública, y esto es un debate que ya he escuchado y presenciado en múltiples ocasiones. Imaginemos ahora qué sucedería si ese 25,7 % de alumnado escolarizado en la concertada acudiese a la pública en masa. ¿Supondría más gasto para el gobierno crear nuevos centros educativos, nuevas contrataciones, nuevas infraestructuras? ¿O sería mejor seguir financiando a la concertada para que alivie un poco esta demanda social? El debate está servido.
Para finalizar…
Si eres madre o padre de un niño a punto de escolarizarse seguramente estés pensando…¿y qué me recomienda este hombre? Desde luego no pecaré de ser atrevido para recomendarte uno u otro tipo de centro.
Creo que más que escoger el tipo de centro lo ideal sería escoger al profesor. Son ellos quienes tienen la capacidad, con sus palabras y acciones, de crear a grandes personas compartiendo un pequeño espacio día tras día durante un tiempo prolongado. Y profesores así, como los que describo, como los que me imagino los hay en todo tipo de centros. Ahora bien, aquí el problema radica en que uno tiene poca capacidad para elegir al docente de su hijo/a.
Sé el primero en responder