De la alegría, disfrute y relax a la confusión, dolor y tensión. Paseaban tranquilamente hasta que la muerte los llamó. Unas pequeñas palabras de ánimo…
Tenemos una máscara que se derrite ante grandes sucesos
No he podido dejar pasar más días sin escribir unas líneas, líneas manchadas de sangre pero también de unión y empatía. Estos días el mundo ha demostrado que detrás de cada ser, hay un pequeño corazón que late a favor de la unión. Que al final todos somos iguales, que estamos compartiendo un pequeño espacio del planeta y al margen de nuestra cultura, religión, estatus económico…todos somos uno.
Con la máscara parecemos gallos de pelea, nos preocupamos por cosas quizá insignificantes para otras personas más sabias, vivimos preocupados de lo que no nos debe preocupar, y nos separamos de los otros sin saber el daño que podemos hacer al prójimo.
Pero estos días pasados la máscara se ha derretido del inmenso dolor que hemos sufrido, un dolor tan grande que ni una máscara de acero puede soportar. El ser humano se ha venido abajo, la barbarie apareció una vez más parando durante unos minutos una de las agujas que marcan nuestro tiempo de vida. Las tan criticadas redes sociales han sido nuestro mejor medio para que en cuestión de minutos millones de personas de todo el mundo estuviésemos en el escenario del dolor, acompañando espiritualmente y virtualmente a las víctimas. Ayer, hoy y mañana todos seremos siempre Barcelona.
Que todos los días sean días de recuerdo hacia las víctimas
El atentado de Barcelona ha cambio por completo la programación televisiva de una de las más exitosas cadenas de televisión en España, los programas de prensa rosa y diversión han cedido su puesto privilegiado al seguimiento de la noticia durante prácticamente todo el día, fotos y extensos textos de la masacre invadieron toda la prensa española y nuestros contactos no han dejado de manifestar su rechazo al terrorismo a través de cualquier soporte. Ha unido a dirigentes políticos que creían tener diferentes corazones, ha movido a personas de diversos barrios para donar sangre, alimentos, bebidas…, ha hecho que empresarios que buscaban un rendimiento económico para su negocio ofreciesen bebidas, comida y cobijo a decenas de personas desorientadas y confusas, ha sacado la máxima valentía de quienes trabajan en los cuerpos de seguridad pese, en ocasiones, a tener falta de recursos para proteger al pueblo como quisieran, ha provocado que grandes personalidades del mundo hiciesen un esfuerzo en escribir al pueblo español y mostrarle su cariño que tenían guardado…
Problemas menores desaparecieron de nuestro punto de mira, y quizá es lo que aprendamos de esta mala experiencia, porque siempre hay un aprendizaje incluso de quien hace el mal se aprende. Creo que la sociedad ha aprendido a diferenciar los verdaderos problemas de los pequeños obstáculos que nos podemos encontrar como humanos, quizá diferentes opiniones, quizá pequeñas envidias por el cuerpo del prójimo o por el salario que cobra nuestro vecino.
Mi calor y cariño para todas las víctimas del terrorismo, de la guerra y de otros trágicos sucesos
Deseo terminar este pequeño post enviando un abrazo kilométrico que pueda envolver a todas las personas que han sido víctimas de este atentado, a sus familiares y amigos. Y también a todos quienes fallecen día tras día sin conmover al mundo, pero que mi corazón también los acoge, a los más de medio centenar de personas muertas en Siria en el mismo día del atentado con cerca de 20 niños, a quienes fallecen por violencia de género, guerra, enfermedades, etc.
Y me vais a permitir que tenga una mayor sensibilidad por los fallecimientos de los niños, niños que ya no pueden disfrutar de la vida, que no han tenido el tiempo suficiente para conocer y entender este mundo, y que con su fallecimiento arrancan un trozo de corazón de quien los trajo al mundo y quienes interactuaron con ellos.
¡Descansad en paz pitufos!
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