No esperes estas 5 cosas de tus hijos deportistas

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La mayoría de los padres desean que sus hijos sean unos grandes campeones en el deporte, pero desconocen que ese deseo puede provocar que el niño lo abandone o se acabe aburriendo. Descubre en este post 5 cosas que debes saber si tienes niños deportistas.

Cosas que debes saber antes de inscribir a tus hijos en una escuela deportiva

En el anterior post os comentaba el porqué de apuntar a un niño a una escuela deportiva. Hasta ahora hemos visto cosas muy bonitas y atractivas, pero es mi obligación comentarte cosas no tan bonitas que seguramente no quieres oír. Por el bien común y de convivencia familiar y convivencia en el entorno entrenador-deportista-familia debes conocer esta realidad.

1º. No esperes que tu hijo sea un campeón

Si todos los padres apuntan a sus hijos a escuelas deportivas para que sean campeones, tenemos un problema matemático, el podium solo está adaptado para un campeón. Lamentablemente, algunos estudios de abandono deportivo confirman que los niños abandonan el deporte porque no han cumplido las expectativas de sus padres o seres allegados. Cómo puedes mantener a tu hijo en el deporte, muy fácil, cambia la forma de animarle especialmente los días de competición. No le digas frases como «Tienes que ganar», «Eres el mejor demuéstralo», «Gánale a ese», etc. Cámbialas por «Intenta hacerlo lo mejor que puedas», «No te preocupes que te irá muy bien», «Lo importante es que incorpores a la competición lo que aprendiste en los entrenamientos»… Con estos mensajes la responsabilidad que recae sobre el niño es mucho menor y especialmente su éxito o cumplimiento no dependerá de los demás. He visto en más de una ocasión como niños consiguen quedar en grandes campeonatos en segunda posición y lloran por no haber sido primeros, cuando realmente segundo o tercero es un gran puesto, y además reciben una reprimenda de su entrenador y sus padres, en vez de analizar la competición y ver los posibles fallos y virtudes o valorar el proceso más que el resultado.

2º. Nunca hagas esta pregunta

Los sábados y domingos pueden convertirse para muchos niños en los días de la semana más odiados ¿Cómo?. Muy fácil, generalmente siempre hay comidas familiares y previamente el niño ha ido a competir, vamos a ponernos en la piel del niño que entra en el bar o en casa de sus tíos, y se encuentra a unos 5-10 adultos esperando a conocer su rendimiento y lo hostigan con la pregunta «¿Has/habéis ganado?. Parece inofensiva, pero estamos jugando con la proyección de expectativas que tenemos sobre el niño, y lo más seguro es que un domingo gane y otro pierda, o a lo mejor varios fines de semana pierda, entonces qué…¿Crees que se sentirá bien al responderte con un no?. Cambiemos esa pregunta por…¿Qué tal fue el partido?, ¿Qué tal fue la competición?. Y que nos cuente sus sensaciones, sus errores, sus aciertos…

3º. Los niños se educan en casa

El deporte es un potencial medio para educar, pero recordad que los hijos deben venir educados de casa. Los entrenadores les enseñarán a rendir más físicamente, estrategias tácticas, técnica, entrenamiento de preparación física… pero también lo educarán para que sea mejor persona. Por eso, debes apoyar todas sus decisiones y especialmente si colaboras entregando en la escuela deportiva a un niño educado contribuirás al éxito de todo el equipo y permitirás que el entrenador cumpla con su trabajo. De todas formas, confía en que la práctica deportiva bien dirigida por un profesional será una práctica educativa. Y esto no afecta solo a niños, sino que también adultos, hay ejemplos de deportistas que son muy educados y da gusto escucharles hablar en los medios de comunicación, por el contrario hay otros que parece que nunca han tenido buenos educadores, siendo un mal ejemplo para muchos niños que disfrutan siguiéndolo.

4º. No esperes que las tardes y los fines de semana sean fáciles

Admiro a los padres que se vuelcan en llevar a sus hijos a las escuelas deportivas. Soy consciente que no es nada fácil, coger el coche e ir a la instalación, a veces a varios kilómetros de distancia, tomarse un café o hacer tiempo mientras tu hijo disfruta del deporte, volver a recogerlo, llevarlo a las competiciones, buscar en una tienda muy específica la equipación deportiva y el material de competición, darse de alta en facebook para seguir los logros del club, ir a las reuniones de los clubes, pagar la licencia federada, el seguro y mil cosas más!. Pero créeme que es un esfuerzo que valdrá la pena, y tu hijo recordará toda su vida el esfuerzo que has hecho para tener esa formación deportiva.

5º. Ten calma con el carácter de tu hijo

Si al final lo inscribes ten en cuenta que tu hijo será muy feliz mientras le vaya todo muy bien, haga los entrenamientos, vaya mejorando sus marcas personales, gane competiciones…Pero…¿qué sucederá cuando tenga una lesión?, o cuando le gane un equipo o deportista que nunca le ganó?. Te lo diré con un pequeño acertijo.

Se abre el telón, aparece tu hijo tras perder en una competición. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película?. Un monstruo viene a verme :-). Simplemente aparecerá un monstruo de vez en cuando por tu casa, ten mucha paciencia porque hay una fase de ira que dura unas 24 horas, posteriormente aparece una fase de negación para finalizar con una de aceptación, donde ya recuperarás a tu hijo de siempre, ese cuyas fotos con una sonrisa preciosa reposan sobre un mueble del salón de tu casa. Es un ciclo que lo vivirás constantemente salvo que tengas a un Rafa Nadal en tu hogar. Pero piensa que los beneficios serán mayores que los aspectos negativos. ¡Ojalá todos los problemas de familias con hijos adolescentes fuesen estos!. 


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