¿Son todas las materias igual de importantes en la escuela?

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Matemáticas, lengua, música, plástica, Educación Física…todas están dentro del curriculum de distintas etapas educativas pero…¿Reciben el mismo tratamiento?. En este post os comentaré mi opinión sobre ellas.

Si las materias se manifestasen, se cederían el paso entre ellas

Las asignaturas en los centros educativos no debieran entender de jerarquía

Cuántas veces he escuchado que las matemáticas y la lengua son las asignaturas más importantes y necesitan un mayor número de horas, pero por otra parte, esas mismas veces he hablado de la necesidad de aumentar el número de horas de Educación Física, plástica, música o lengua extranjera.

No es mi intención establecer un ranking de las materias más importantes, pues para mí todas lo son, e incluso otras que no existen en el curriculum educativo y que deberían incorporarse, pero esto ya sería un tema para escribir otro post. 

Las materias no entienden de jerarquía, son simplemente un medio para clasificar los conocimientos que se imparten en el aula. Desde ese punto de vista, todo conocimiento es de gran interés.

Puede existir debate en cuáles mejoran el desarrollo físico, psíquico, afectivo-emocional y social del alumnado

Quizá genere más debate qué materias son más importantes para que los niños sobrevivan en el futuro mundo adulto. En ese caso, tendríamos que analizar cuáles son las que afectan al desarrollo integral de la persona, cuáles trabajan la parte emocional, física, psíquica, social y afectiva, pues estas 4 esferas son las que forman a las personas, y las que toman parte en sus problemas, sus inquietudes, sus  profesiones e intereses.  

En este caso, no sólo tendríamos que analizar el contenido de las materias sino también la metodología utilizada, el docente que la imparte, o el sistema de evaluación empleado.

Los últimos estudios sobre neuroeducación, la revolución de la escuela, apuntan a que el ejercicio físico bien dirigido puede mejorar todas estas esferas. En las clases de Educación Física se generan situaciones de convivencia, de respeto, de aceptación de las normas, de cooperación y cohesión grupal, se generan sentimientos y emociones, se trabajan conductas, valores, actitudes, se experimenta en el espacio, en el tiempo, con compañeros y adversarios, con diversos tipos de móviles, en definitiva, los niños mejoran todo su espectro cerebral. ¿Se puede conseguir estos beneficios en otras materias? Sí, pero habría que darles otro enfoque, un cambio grande en cuanto a la metodología, pero siendo conscientes que nos faltaría la parte física por trabajar. Sin embargo, si que sería factible la parte emocional, afectiva, social y psíquica, pero no como se están impartiendo actualmente muchas materias en numerosos centros educativos. Habría que intensificar la gamificación en el aula, utilizar metodologías innovadoras, que el alumnado se sienta partícipe en clase, útil y necesario para el crecimiento y enriquecimiento del grupo. 

Un niño obtiene un 10 en matemáticas y es un genio, obtiene un 10 en Educación Física y no es un genio pero es un gran deportista

Un 10 no tiene el mismo valor para muchas familias, todo depende en qué materia obtenga el hijo esta calificación. 

Estamos obsesionándonos mucho por las calificaciones, me entristece ver cómo muchas familias presumen en redes sociales de las notas de sus hijos cuando son buenas, y cuando no son tan buenas no les sacan fotos.

Hay genios que pueden tener calificaciones muy bajas, sí, porque un genio no sólo es quien es capaz de memorizar muchos datos, escupirlos el día del examen y olvidarlos 3 días más tarde. Un niño genio es un niño que es proactivo, que tiene creatividad, ingenio, imaginación, que goza de grandes valores, ayuda a los demás, lleva un estilo de vida saludable, no genera problemas en el centro educativo, se esfuerza cuando no consigue alcanzar un reto,  apoya al profesorado, disfruta de las clases, lee mucho…. Y esto no se puede calificar en el actual sistema educativo, es más, se ignora en muchas ocasiones a estos niños, incluso alguno, suspende alguna materia por no seguir el sistema que reina en la sociedad educativa actual y provocándole una baja autoestima y falta de confianza en sí mismo. Porque un 4 o un suspenso duele mucho en los niños genios, les hunde totalmente, y especialmente si luego llega a casa y la familia se enfada y empieza a nombrarle y compararlo con las notas de sus compañeros.


Tenemos que replantearnos si es necesaria esa gran ingesta de datos en edad escolar, porque si en nuestro cerebro quedase grabada toda esa información pues sería interesante seguir con este sistema, pero si nuestro cerebro olvida, entonces ya no es tan interesante. Podemos equipararlo a la ingesta de comida en una boda, cuántos de vosotros os sentís bien horas después de comer 5 platos de comida durante 3 o más horas.

No voy a generalizar, pero seguramente mucha gente sabía hacer derivadas, integrales, trigonometría, conocía el nombre de muchísimas obras de importantes escritores, las ciudades por donde pasaban muchos ríos de España, las capitales de muchísimos países, la altitud de las principales montañas de España, etc. y a día de hoy no se acuerdan de casi nada, ni tan siquiera realizar una división con números decimales.

Concienciar a los futuros maestros es muy importante

En ocasiones en clase me detengo a reflexionar con mi alumnado universitario, futuros docentes de Educación Infantil y Primaria, si la escuela actual es la adecuada, si hemos evolucionado desde la década de los 90 y de cómo será la escuela dentro de 20 años. Después de un debate, somos incapaces de pensar en un cambio real, somos optimistas y nos imaginamos una escuela diferente, pero somos realistas y sabemos que no cambiará mucho respecto a lo que tenemos actualmente. Entonces es cuando les insisto en que no esperen a realizar los cambios cuando el gobierno lo inste, porque puede pasar mucho tiempo para eso, y les invito a que empiecen los cambios en sus aulas, con su alumnado futuro. Esas pequeñas iniciativas individuales se irán expandiendo por todo el territorio y el día menos pensado estaremos ya ante una nueva escuela, es ahí cuando el gobierno cambiará el curriculum.

Llegados a este punto os lanzo la siguiente cuestión ¿Es necesario y recomendable calificar numéricamente a nuestro alumnado? ¿Es necesaria esa ingesta de datos? ¿Es posible una docencia individualizada con 25-30 alumnos por aula? ¿Están los centros educativos construidos y preparados para una gran reforma educativa? ¿Están los profesores preparados para afrontar los cambios educativos hacia un nuevo modelo de escuela?…


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