En las últimas décadas la innovación ha irrumpido en el ámbito educativo. Son muchos los centros y profesorado que cada vez apuesta más por modelos innovadores, pero… ¿Qué características tienen los docentes innovadores? A través de este post te explico 8 variables que considero básicas para la innovación educativa.
¿Qué es un docente innovador?
No es nada sencillo responder a esta pregunta, pero básicamente podríamos definir a un profe innovador como aquel que se escapa de modelos y estilos de enseñanza clásicos para adentrarse en nuevas propuestas que afecten a uno o varios elementos curriculares y que centren su interés en el aprendizaje del alumnado, su motivación generando un clima en el aula distendido, que despierte la curiosidad del alumnado y que esté adaptado a los intereses de los estudiantes, pudiendo utilizar, o no, las Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación (TRIC). La innovación educativa podría definirse como una actitud del docente para aportar nuevas ideas o propuestas pedagógicas que den respuesta a problemas planteados o que impliquen un cambio para afrontar nuevos retos mejorando siempre la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
El potencial innovador de un profesor
Cada docente es potencialmente un docente innovador, solamente será necesario cuidar y trabajar diferentes variables para que esa potencialidad pase a ser una realidad. El potencial innovador podría definirse como un conjunto completo de recursos del docente para generar un cambio o mejora en alguno de los elementos del currículo educativo, pudiendo ser en una tarea o actividad, en la programación, evaluación o en la propia metodología entre otros elementos curriculares. Este potencial está influido por factores personales, culturales, ambientales y profesionales.
¿Cuáles son las características de un docente innovador?
Os explico 8 características que, bajo mi punto de vista, son importantes para favorecer la innovación en el ámbito educativo.
1. La formación continua y reciclaje de conocimientos
Es una de las más importantes. Los docentes que actualizan sus conocimientos a través de la asistencia a charlas, congresos, cursos…o leen artículos científicos, libros, intercambian opiniones con otros docentes, etc. suelen tener una mayor cantidad de información y conocimiento que les permite buscar procesos de cambio que conduzcan a la creación de algo nuevo para la comunidad educativa o para él, saliendo de su zona de confort y probando nuevas estrategias de enseñanza, materiales didácticos u otros aspectos. Se trata, por ejemplo, de despojarse de la comodidad de dar siempre los mismos contenidos de la misma forma y dar prioridad a nuestro bienestar para adentrarse en una nueva tarea o actividad que se centre en el alumnado y que implique cambios en nuestra práctica docente.
2. La pasión y vocación
Cuando a un docente le apasiona la materia que imparte su cerebro está pensando en esa materia todo el día y es partir de ese pensamiento continuo donde pueden surgir nuevos enfoques o pequeños cambios que se pueden materializar en el aula y probar su impacto en alguna variable asociada al proceso de enseñanza-aprendizaje en el alumnado. Un docente que no disfruta impartiendo sus contenidos rara vez querrá salir de su zona de confort para innovar y poco pensará en su materia durante el día, buscando más bien un alejamiento.
3. Resiliencia
Muchas veces cuando afrontamos nuevos retos no siempre salen como esperábamos, es aquí donde la resiliencia se convierte en una importante variable que nos permite seguir experimentando nuevas opciones en nuestro día a día pese a no conseguir los resultados previstos.
4. Actitud abierta, flexible y voluntad
Las personas condenadas a la cerrazón nunca podrán explorar cambios en su versión como docente. Leer libros, asistir a cursos o escuchar la experiencia didáctica que te cuenta otro docente no sirve de mucho si no permites que esas palabras penetren en tu interior para provocar algún pequeño cambio que nunca habías realizado. Afirmar que solo lo tuyo es lo correcto y no tener voluntad alguna de cambiar nada de tu práctica docente se convierte en una variable para no desarrollar tu potencial innovador. Tampoco es apropiado pensar que uno no es capaz de innovar, o afirmar que ya está todo inventado o que la innovación no sirve de nada. Todos estos pensamientos influyen en nuestras decisiones diarias y provocan un alejamiento de la innovación.
5. Conocimiento multidisciplinar
Esta variable está muy ligada a la variable de formación continua y reciclaje de conocimientos. Al igual que la creatividad y el pensamiento creativo está muy asociado al conocimiento multidisciplinar, la innovación también requiere de ese dominio de contenidos fuera de nuestro ámbito de especialización. Aunque en ocasiones pueda parecer extraño lo cierto es que los contenidos de otra área de conocimiento ajena a la tuya pueden actuar de detonantes de un proceso innovador en los contenidos de tu materia.
6. Creatividad y pensamiento divergente
Creatividad e innovación caminan de la mano por el mismo sendero. Los procesos creativos implican procesos de cambios. Buscar nuevas alternativas, escapar de lo habitual o común puede ser la clave para encontrar a la innovación.
7. Pensamiento crítico
El pensamiento crítico implica muchos procesos similares a la innovación, como momentos de reflexión, conocimiento, debates, etc. Trabajar el pensamiento crítico provocará un acercamiento a la innovación.
8. Momentos de reflexión
Detener el tiempo y nuestro ritmo de cada día y alejarse momentáneamente del exceso de información que nos ofrece internet a diario, es otra clave para que el cerebro juegue con las ideas y las combine para ver qué sucedería. Esos momentos son donde pueden surgir nuevas ideas que poco a poco cobren vida sobre el papel y finalmente en el aula.
Y tú ¿Te atreves a explotar todo tu potencial innovador?
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