Nos preocupamos demasiado por cosas artificiales o problemas que realmente no lo son, y nos olvidamos de apreciar y amar aquello que tenemos cerca y que realmente es lo que nos hace ser felices.
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El día que nos despedimos del mundo, es el día en el que el mundo nos hace un homenaje
Hoy os quiero contar una historia que desafortunadamente ya he vivido. Es la historia de un amigo que se va sin decir adiós, una situación donde se cogen las maletas de forma inesperada y se viaja al cielo por el camino más corto, sin planificarlo y sin quererlo. En alguna ocasión con tan sólo 26 años de edad. Ese día, te enteras de la trágica noticia, accedes a su facebook y observas que ya no está activa su luz verde en el messenger.
Entonces, empiezas a mirar y leer detenidamente los últimos comentarios publicados en su muro por sus amigos y seres queridos, y sientes más que nunca las ganas de transmitirle todo lo que era para ti. Palabras de cariño, amor, ternura, destacando todas sus cualidades, sus virtudes, su bondad, sus grandes aficiones…Todos sus seres cercanos se percatan rápidamente de lo que han perdido, del trozo de sus corazones que se ha despojado, pero sin embargo, sucede un extraño hecho, seguramente todo lo que ahora manifiestan nunca se lo transmitieron personalmente.
Nuestro amigo se va sin saber lo que realmente era para nosotros, en su alma quedarán, en muchas ocasiones, sólo las cosas negativas que los familiares y amistades le comentaron en su tiempo de vida. En los últimos años estamos abandonando muchos momentos y oportunidades de interactuar con quienes más amamos, permitiendo que sea internet nuestro escenario de intercambio de sentimientos, creando un hábitat frío y áspero. Lo que más echaremos en falta del ser perdido es su actividad en redes sociales, y tanto es así, que ya se han creado empresas para transmitir por Internet el recuerdo de nuestro fallecido y mantener vivo su presencia en redes. Un ejemplo lo encontramos en rememori.com
Hagamos un esfuerzo y demostremos el amor día a día
En cada hora, cada minuto y cada segundo buscamos un tipo de felicidad superficial, una felicidad que tiene un tiempo limitado, una felicidad que reposa sobre un lecho material. Pero existe una felicidad profunda, una felicidad sin fecha de caducidad ni precio por el que pagar, una felicidad que mana del contacto entre las personas, o que brota de las cosas más inútiles. Esta felicidad profunda, está en todas partes, sólo hay que saber buscarla, entenderla y practicarla. A veces siento que hago el tonto en clase cuando digo una tontería, algo inútil, sin embargo luego pienso…qué sería yo sin esos tontos comentarios, qué feliz me hacen en ese instante, e incluso, esa pequeña felicidad se transmite a algunos alumnos que junto a mi sonrisa sonríen.
Cosas que nos hacen felices
Arranca una hoja de una libreta que tengas a mano y empieza a escribir cosas que te hacen feliz, cosas que te relajen y te produzcan momentos dulces y llenos de ternura. Cuando termines de escribirlas piensa si realmente le dedicas atención día tras día, si las cultivas y las tienes en mente, o si por el contrario pasan al listado de cosas que añoras y que te gustaría hacer más a menudo.
Sentarte al lado de tu mascota en el borde de su cama y acariciarla mientras os cruzáis las miradas de complicidad y amistad puede ser una de estas acciones relajantes. Jugar un rato con tus hijos, disfrutar de su imaginación y creatividad, y sentirte por un momento un niño más de la casa, podría ser otra. Pero hay muchas más, tomar un café con alguien a quien aprecias, observar las olas del mar sentado en una roca, salir a correr 30 minutos, leer un buen libro, disfrutar de una buena película….
Cuantos sueños tenías y te fuiste sin cumplirlos
Guardabas el vestido que tanto te había costado para una noche especial que nunca llegó, ahorrabas todo el dinero para comprarte la casa de tus sueños y ahora construirás una tu sola en el cielo, habías prometido que le ibas a decir te quiero pero nunca veías el momento, acuérdate del viaje en familia que anunciaste hace ya un par de años y finalmente no pudo ser…
No esperes a que el tiempo se detenga o a que llegue el día que siempre te imaginas pero que nunca se hace realidad, hazlo ya, coge el vestido especial y cena un día cualquier en casa con tu pareja, no te preocupes por la comida, es igual que sea una tortilla francesa o una sopa de sobre, lo importante es el momento, dile te quiero a la persona que amas, te admiro a aquellos a quien admiras en la sombra, felicita a quien te sorprende, da un abrazo a esa persona que tanto piensas en ella en la oscuridad de tu cuarto, bromea con quien te haga reír, dile cómo te sientes a quien te escucha día tras día, guiña un ojo a quien siempre te mira, abre tu corazón a quien te rodea y observas que te cuida, cruza la calle para saludar a quien hace tiempo que no ves, anima a quien esté enfermo…
Es el momento de dar un cambio a tu vida, de disfrutar de compartir el amor y expresar tus sentimientos hacia los demás. Cuanta más energía positiva desprendas más cosas buenas y oportunidades se cruzarán en tu vida.
La vida de una persona que aporta y da a la sociedad es mucho más larga de quien sólo se preocupa de recibir y reprochar.
Construir siempre fue más gratificante que destruir, si has destruído algo no te preocupes, estás a tiempo todavía de dar ese cambio, anota en la parte superior de una hoja los nombres de las personas de tu círculo de amistades que sólo construyen, que son un referente para ti, y rodéalas con un circo. En la parte inferior de esa hoja anota los nombres de las personas que sólo destruyen y que no te gusta su estilo de vida, táchalas posteriormente.
Piensa, que has nacido para ser feliz, para disfrutar de la vida, para compartir momentos con los tuyos, para detenerte en las cosas que más te gustan y para embriagarte de emociones positivas. Evita pasar tiempo con gente que destruye, con gente tóxica y que sólo tiene malas palabras, esas personas que nunca reconocen nada, que todo es negativo para ellas y que no son capaces de adaptarse a los cambios.
Poco a poco verás que te sentirás mejor, que te levantarás y te acostarás con una sonrisa, que afrontarás los problemas de la vida con más fuerza y vitalidad, y que encontrarás muchas más oportunidades que antes estaban ocultas y no las percibías en tu camino.
Utiliza correctamente estas 6 palabras,bastarán para tener una buena educación
Pide perdón cuando hayas ofendido a alguien, cuando tropieces con alguna persona, cuando…Piensa en el otro cuando te cuenten un problema, una preocupación, un disgusto o cuando observes las lágrimas derramadas por tu amigo o familiar. Demuestra el amor que tienes hacia las personas que te gustan, que te caen bien, que te hacen sentir cómodo, que pasan momentos contigo…Di lo siento cuando alguien te cuente algo personal que no es de su agrado, cuando te transmita una mala noticia de su entorno. Pide siempre con un por favor las cosas, por muy obvias que sean, por muy acostumbrado que tengas a la otra persona a realizar esa tarea, etc. Da gracias a quien te ofrece su mano para ayudarte, a quien te regala un gesto, una mirada, su pequeño tiempo libre o un pequeño objeto, a esas personas que te ayudan en el día a día o a quienes te ayudan en tareas ocasionales.
Hoy estás aquí, mañana quizá puede que dejes de existir para el mundo. Un accidente de tráfico provocado por otro vehículo, por ti mismo, un accidente en un viaje, una enfermedad terminal recién diagnosticada, un accidente laboral o uno casero, un atentado…cada minuto tu vida está en juego, debes saber disfrutarla y aprovecharla al máximo. Te marcharás con una maleta llena de cosas por hacer, con un exceso de amor que no desprendiste, con el aliento que tenías reservado para tus amigos y familiares, y con el vestido que ibas a utilizar en una ocasión especial, los habanos Cohiba Behike que fumarías cuando llegase ese momento que esperabas, y sin degustar el Rioja que te regalaron ya hace 4 años.
Hoy puede ser un buen día para empezar el cambio de tu actitud ante la vida.
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