Y un día leyendo una de las miles de noticias que se comparten a diario en RRSS observo un montón de comentarios de profesionales de la educación criticando, en algunos casos incluso de forma despectiva, las palabras volcadas por el autor de un libro que acababa de publicarse. Y que había sido entrevistado para un conocido medio de comunicación. Yo, que soy muy curioso, no pude resistirme a dar una vez más un click en el mar de internet y leer dicha entrevista.
Y tras su lectura reposada, sentí que me faltaban más datos para poder juzgar esas palabras del autor. Así que…me hice con un ejemplar de su obra y la leí. Estamos hablando del libro «Borregos que ladran» escrito por Juan Izuzkiza y publicado por la Editorial De Conatus. No os voy a mentir, de primeras no contaría con Juan para presentar una candidatura conjunta a unas elecciones, pero es de las personas con las que sí estaría dispuesto a compartir muchos cafés y tertulias.
Sobre el autor del libro, Juan Izuzkiza
Juan, es antropólogo y Doctor en Filosofía. Profesor con una dilatada trayectoria en Educación Secundaria. Además, es profesor tutor en diversas materias en la UNED. Una persona con gran capacidad de análisis, crítica y reflexión y con ganas de mejorar la educación. (Foto extraída de la web. https://katakrak.net/cas/agenda/juan-izuzkiza-borregos-que-ladran)
El libro no dejará indiferentes a sus lectores
La pequeña obra consta de 140 páginas con un total de 11 capítulos. La lectura es amena y divertida y su redacción muy reflexiva y crítica. Tras leerla puedes tener dos reacciones odiar a Juan o querer sacarlo a hombros. Si lo odias puede que te falte un poco de autocrítica como docente, si lo quieres sacar a hombros es que seguramente seas uno de esos docentes que quieres cambiar el mundo desde tu aula, con tus pequeñas contribuciones que pueden ir en contra de lo que demanda la sociedad pero tú sabes que es lo mejor que le puedes dar a tus alumnos.
Por supuesto, hay algunos párrafos que te hacen decir en bajito pero Juan cómo te pasas con tus palabras…, es aquí donde debemos recordar que el humor, la ironía y la picardía forma parte de nuestras vidas, y que Juan no quiere destruir vidas de alumnos, solo mejorarlas aunque a veces las palabras nos duelan.
La obra tiene de base un buen sofrito casero con casos reales, experiencias vividas por el docente en el aula, experiencias de compañeros y alusiones a comentarios de diferentes miembros del entorno educativo, todo ello conjugado con agradables viajes en el tiempo que abordan desde la filosofía, la ética, la moral y la historia la perspectiva educativa actual y hacia dónde debe caminar la educación.
Basta ver un horario de cualquier alumno de Secundaria para saber que andamos muy extraviados. Diez mil asignaturas distintas pugnando entre sí competitivamente y con mucho recelo. Diez mil asignaturas con diez mil voceros, la mayoría desapasionados, que se presentan ante un grupo tan nutrido que parecen los diez mil aletargados. Y, lo que es peor, en este escenario las diez mil cosas que crean vida han dejado de fluir. Las hemos fosilizado, las hemos enlatado, entre todos las hemos matado.
Juan Izuzkiza, 2021
La sabia redacción que hace Juan sobre diferentes problemas de la educación actual ha provocado en más de una ocasión una sonrisa mientras leo su punto de vista, pero también mucha preocupación en mí. Hay temas que coincidiendo con Juan no se están enfocando bien en la escuela, y estamos jugando a ser hipócritas o ilusos, pero lo cierto es que año tras año repetimos los mismos errores, dando la sensación de que la escuela tiene un camino marcado previamente del que nadie puede salirse para no alterar todo el sistema.
No quiero profundizar más en la obra y os quiero invitar a leerla por varios motivos, primero porque veréis un punto de vista crítico de la educación, segundo porque conoceréis la experiencia docente de un profesor con muchos años de docencia y tercero porque el libro lo publica una pequeña editorial a la que tenemos que apoyar. Si no es comprando la obra, compartiendo esta entrada para darla a conocer. ¡Ya me diréis qué os parece!
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