¿Conoces el síndrome del impostor?

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El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que las personas dudan de sus logros y temen ser expuestas como fraudes, a pesar de la evidencia de su competencia. Prevalece en diversos grupos demográficos, incluidos estudiantes, educadores y profesionales, y puede afectar significativamente la salud mental y el progreso profesional. El síndrome suele estar relacionado con factores como el género, la condición de minoría y los rasgos de personalidad. En este post te presento algunas características y curiosidades de este síndrome.   

Características del síndrome del impostor

  • Autocrítica constante: Minimizar los éxitos y maximizar los errores.
  • Miedo al fracaso: Evitar desafíos por temor a no estar a la altura.
  • Comparación excesiva: Creer que otros son más capaces o merecedores.
  • Negación del mérito: Pensar que los elogios y reconocimientos no son merecidos.

Factores que lo potencian

  • Perfeccionismo: Sentir que nunca es suficiente.
  • Contextos exigentes: Entornos laborales o académicos altamente competitivos.
  • Normas culturales o sociales: Presiones externas para cumplir estándares elevados.

Consecuencias

  • Ansiedad crónica.
  • Baja autoestima.
  • Dificultad para aceptar nuevas oportunidades.
  • Burnout o agotamiento emocional.

Cómo combatir el síndrome del impostor

  • Reconoce tus logros: Haz una lista de tus logros y revisa los momentos en que tu esfuerzo y habilidades fueron clave.
  • Habla sobre tus inseguridades: Compartir tus sentimientos con colegas o amigos te ayudará a ver que no estás solo/a.
  • Acepta el aprendizaje: Nadie lo sabe todo. Ver los errores como oportunidades de crecimiento es esencial.
  • Deja de compararte: Tu camino es único; las comparaciones son irreales y desgastantes.
  • Busca apoyo: Un mentor o coach puede ayudarte a poner en perspectiva tus capacidades.

Curiosidades sobre el síndrome del impostor

  • El síndrome del impostor está muy extendido en la educación superior, afecta tanto a estudiantes como a profesores, y puede obstaculizar el rendimiento académico y el desarrollo profesional(Yang et al., 2024).
  • El género y la condición minoritaria contribuyen de manera significativa, y las mujeres y las personas negras sufren un síndrome del impostor más intenso y prolongado(Prendergast & Obewu, 2024).
  • Los rasgos de personalidad, como el neuroticismo, están fuertemente asociados con el síndrome del impostor, mientras que el nivel socioeconómico tiene un impacto mínimo(Bakhtiar & Kutty, 2024).
  • Las altas expectativas, la comparación social y el perfeccionismo son factores desencadenantes frecuentes, especialmente en los entornos educativos(- et al., 2024) (Dixit & Ashutosh, 2024).

En definitiva, el fenómeno del impostor es un constructo psicológico (no un síndrome clínico en sí mismo) que se puede encontrar en personas de alto rendimiento que creen que otros sobreestiman sus habilidades y capacidades. Por un lado, el fenómeno del impostor puede tener un impacto positivo en la productividad de una persona, al impulsar logros superiores; por otro lado, puede asociarse con una serie de comportamientos contraproducentes, que van desde mantener un perfil bajo hasta el autosabotaje y la mala conducta. Las personas con este fenómeno tienen una tendencia persistente a atribuir sus éxitos a factores externos (como la suerte) o a un esfuerzo desproporcionado y creen que pronto «descubrirán» que son menos competentes de lo que parecen (Seritan & Mehta, 2016).


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