Son solo 8 consejos pero pueden marcar el futuro de tus hijos. Ahora que arranca un nuevo curso escolar tienes una nueva oportunidad de empezar bien y mejorar la convivencia escolar y familiar. En este post te muestro cómo hacerlo.
Establecer unas bases desde el principio es importantísimo
El inicio del curso escolar supone para los padres y niños un cambio de la rutina vacacional. Debemos aprovechar estos días de transición para asentar ciertas bases que mejoren la educación de nuestros hijos y favorezcan la convivencia futura.
En este post os presento 8 recomendaciones, si las cumples ya has avanzado mucho.
1. No empieces criticando al profesorado
Sabemos que muchas veces hay profesores que no son tan apreciados como otros, en todos los gremios encontramos a profesionales que aman su trabajo y a profesionales que no se implican tanto. Y esto se nota también en la escuela. Si a tu hijo le toca este año un docente que no te gusta, es muy importante que no lo critiques delante de él. Es quizá lo peor que puedas hacer, aumentarás su malestar en clase. Dale un giro de 180º a tu forma de pensar. Intenta que afronte la situación como un reto en lugar de como un problema. El reto debe ser «ganarse» al profesor. Insístele en que atienda mucho a las explicaciones, que sea participativo, educado, sociable, que levante la mano cuando el profe pida voluntarios… Poco a poco conseguirás transformar ese hipotético ambiente negativo en una oportunidad para aprender a adaptarse. La manera en la que afrontamos los problemas puede cambiar nuestro futuro. En mi rincón de frases tengo una que me gusta mucho «Tu actitud es la responsable de las sombras que te acompañan». Demuéstrale a tu hijo que él puede con eso y con mucho más, estoy seguro que a final del curso va a volver una mirada hacia atrás y se va a reír del miedo que tenía el primer día de clase. Tenemos que pensar que en el mundo adulto las relaciones con algunas personas no siempre son de nuestro agrado, por eso hay que educar desde ya para ser sociable con todos y receptivos incluso con aquellos con diferente forma de pensar o actuar a la nuestra.
Este consejo es válido siempre y cuando hablemos de hechos menores como puede ser un choque entre personalidades, una metodología que no compartimos, etc. En caso de tratarse de algo más serio es conveniente hablar con el profesor directamente.
2. Inicia el trabajo de rutinas de estudio
Es muy habitual que muchas familias le digan a sus hijos que estudien por las tardes y los hijos contesten «no tengo exámenes», dando por finalizada la conversación.
Al igual que no debemos esperar a tener sed para beber. El hábito de estudio debe instaurarse desde el primer día de clase. Si no tiene material para estudiar podemos utilizar ese tiempo que establezcamos para leer un libro, buscar en internet cosas de interés relacionadas con la materia, ordenar las libretas de las materias, o cualquier otra tarea vinculada con la escuela. Lo ideal sería establecer 30-60 minutos al día de lunes a viernes, dependiendo del nivel educativo y de la carga de actividades que tenga el niño por las tardes.
3. Inscribe a tu hijo en un deporte
En varios post anteriores os hablé de la importancia de practicar un deporte en edad escolar. Ahora es el momento para apuntar a tu hijo en una escuela deportiva. El deporte es un gran medio para mejorar la educación y servirá también para dotarlo de una buena salud y condición física.
4. Completa la formación con educación artística o musical
Tengo mucha envidia sana de las personas que saben tocar un instrumento, especialmente el piano o el violín, son dos instrumentos que me fascinan pero que lamentablemente nadie me enseñó en mi infancia ni adolescencia. La música junto con la educación artística y física son dos grandes olvidadas del actual currículo educativo.
Si no puedes con el Ministerio de Educación para cambiar el currículo intenta darle a tu hijo la posibilidad de enriquecer su capital humano aprendiendo a tocar un instrumento, a dibujar, pintar…. Dos horas a la semana puede ser más que suficiente para «enganchar» poco a poco a tu hijo hacia alguno de estos artes. El teatro o la danza/baile son también dos grandes bellas actividades abandonadas.
5. Recuérdale el ABC de su comportamiento en el colegio
Seguramente has comprobado por ti mismo que el ser humano es un ser que necesita que le recuerden las cosas constantemente. Cuántas veces tu pareja te ha dicho que friegues tu plato y no lo haces, o que dejes la toalla del baño bien colocada y no la colocas. Necesitamos feedbacks continuos para hacer cosas y mejorar la convivencia. Los niños y adolescentes todavía necesitan más estos recordatorios. Te propongo aquí algunos:
Recuérdale que no se meta con ningún niño en clase, hazle ver la gravedad del bullying en las aulas y adviértele que si ve que hay algún niño que lo está pasando mal o se están metiendo con él que lo defienda y/o avise a los profesores.
Insístele en atender en clase, es muy importante no estar distraído para no perder el hilo de la explicación.
Anímale a utilizar estas seis palabras mágicas
6. Recomiéndale que se inscriba en algún club que se pueda crear en el centro educativo
Cada vez son más los centros que se animan a crear diferentes clubes para los alumnos. Estos clubes en el fondo son horas extras de trabajo de algunos profesores motivados que disfrutan de su profesión y desean contagiar su pasión al alumnado. La mejor forma de agradecer este esfuerzo altruista es que tu hijo se apunte a uno de ellos, y además mejorará su competencia en esos contenidos, reforzará el aprendizaje de diversas materias y a lo mejor se aficiona a ellos.
Hay clubes de ciencia, de radio, de tecnología, de práctica deportiva, de lectura…
Y si en tu centro no hay ningún club, anímale a proponer uno con la ayuda de algún profesor! Puede ser un club de astronomía, un club de pequeños biólogos, un club de horticultores, club de dibujo, club de papiroflexia, club de globoflexia…
7. Favorece el aprendizaje del inglés
Cuando somos adultos observamos como en muchos trabajos nos piden el conocimiento de otro idioma, generalmente el inglés. No podemos obviar esta realidad para poder crecer profesionalmente en muchos ámbitos de conocimiento. Podemos fomentar el aprendizaje de otros idiomas por ejemplo a través de nuestras televisiones, poner los dibujos en inglés a nuestros hijos desde que son pequeños favorecerá su competencia en esta lengua.
Pero también podemos animar a los adolescentes a descargar aplicaciones de aprendizajes de idiomas para el móvil o hacer actividades online en webs específicas de lenguas extranjeras. Y si tu hijo tiene tiempo y ganas de aprender más también tienes la mejor opción que es acudir a una academia o clases particulares.
8. Enséñale a cuidar el material escolar
«¡Mamá Manuel me rompió el lápiz hoy en clase!». Cuántas veces has oído frases similares a esta. Pues sí, en el cole hay niños maleducados o no educados que se dedican a romper el material de otros, a pintar en los libros, a fastidiarle la punta al grafo o al bolígrafo, etc. Enseñar a nuestros hijos a cuidar y conservar en buen estado el material es primordial para mejorar la convivencia en las aulas. Si lo rompe el mismo a propósito indícale que lo tiene que reponer él con su paga o sus ahorros. No compres de inmediato porque no aprenderá el valor de las cosas.Debemos educar para el no consumismo y para el cuidado y respeto del material escolar propio y ajeno.
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