Una tarde de un sábado decidimos hacer una actividad en familia consistente en dibujar cada uno un cuadro abstracto. Lo mío nunca fue la pintura ni el dibujo, como podéis ver en el lienzo que pinté, pero lo importante era hacer la actividad en familia.
Lo curioso de ese día fue que minutos después de finalizar, me quedé observando la obra y encontré el rostro de un niño que se escondía tras la pintura.
En la imagen superior podéis ver parte del lienzo abstracto que pinté. No sé si veis algo que os llame la atención, miradlo detenidamente y a ver si sois capaces de ver lo que yo he visto.
¿Es el mundo que vemos una realidad objetiva?
Así comienza un apartado de uno de los capítulos del libro del gran maestro Francisco Mora «Mitos y verdades del cerebro» que aprovecho para recomendaros su lectura.
Francisco lanza al lector una serie de cuestiones como ¿Qué es la realidad? ¿Cómo se construye en el cerebro humano la realidad sensorial, la realidad del mundo?. Lo cierto es que en el cubo azul yo veo el rostro de un niño que está observando a quien contempla el lienzo.
La realidad de un rostro es algo construido como tal por los códigos perceptivos de nuestro propio cerebro
La identificación de este rostro es fruto de millones de años de evolución a través de un proceso en el que se asentaron en el ser humano unos códigos perceptivos cerebrales que son los verdaderamente culpables de construir la realidad conocida. El Profesor Dr. Francisco Mora va más allá indicando que esta percepción de ver los objetos y las cosas en general que nos rodean comienza con el análisis que hacen las neuronas de la retina traduciendo lo visto en eventos físicos y químicos. Las ondas electromagnéticas traducen la forma del rostro en un mensaje que solo «entiende» y descodifica el cerebro. En la retina el rostro no se reconoce, siendo solo visibles las cosas en el mundo cuando las neuronas detectan el contraste que la luz produce sobre ellas.
Francisco Mora concluye que conocemos nuestras realidades sensoriales o abstractas ideas humanas, pero desconocemos la «verdadera» realidad objetiva del mundo que nos rodea.
¿Qué es lo paranormal?
Seguramente la mejor definición es la que hace referencia a todo aquello que no se puede justificar científicamente o todo lo que no somos capaces de comprender. El rostro de este niño dentro de la obra es sin lugar a dudas muy curioso, a partir de aquí podemos empezar a creer en este fenómeno paranormal o simplemente pensar que ha sido una casualidad sin ningún tipo de explicación. Pero seguro que quienes son crédulos de las ciencias ocultas irán más allá e intentarán descifrar el mensaje que nos quiere transmitir ese niño, y empezarán a debatir qué sucede si guardo este cuadro en el trastero por miedo a que me estén observando alguien en el salón de mi casa sobre la pared.
¿Cuánto tiempo tarda un bebé en reconocer caras?
Ante la mirada perdida y difusa del bebé recién nacido los padres siempre se preguntan si estarán viendo su cara. Algunos investigadores apuntan a que el cerebro humano es capaz de reconocer un rostro humano alrededor de los 6 meses, es aquí cuando se logra identificar la presencia de los grupos de neuronas responsables del reconocimiento facial. Pero realmente, el rostro de la madre o del padre es capaz de identificarlo al mes de vida.
Algunos estudios señalan que no solo los lactantes muestran una selección selectiva a rostros sino que los sesgos en el procesamiento de la cara como la inversión de la cara y otros efectos de la raza existen incluso en la infancia.
Otro estudio indica que los adultos reconocen mejor las caras que los niños. Al examinar con resonancia magnética cerebros de niños y de adultos, los investigadores descubrieron que la zona de la corteza cerebral que aparentemente juega un papel clave en el reconocimiento de las caras, -llamada giro fusiforme-, continuaba creciendo hasta la edad adulta.
¿Existe alguna patología que no permita el reconocimiento de caras?
Así es, la prosopagnosia (también denominada ceguera de rostros) es un trastorno cognitivo que incapacita el reconocimiento de rostros familiares, incluyendo el rostro propio. Sin lugar a dudas una gran curiosidad. La principal causa de esta patología deriva de una lesión cerebral bilateral provocada por un accidente cerebrovascular.
¿La tecnología también detecta el rostro del lienzo?
Faltaría conocer si tendremos algún teléfono móvil con reconocimiento facial que sea capaz de detectar este rostro ante el disparo de una fotografía. De momento mi móvil no lo reconoce, por lo que reflexiono sobre si realmente estoy viendo un rostro.
Esta genial el articulo. Saludos.