Son pocos los estudios que han abordado la relación de un entorno verde en las escuelas y la salud de los niños en términos de sobrepreso, obesidad, hipertensión o Índice de Masa Corporal. En este post te muestro los resultados de dos interesantes estudios.
¿Influye en la salud de los niños que una escuela tenga a su alrededor vegetación?
Parece ser que sí. En el estudio de Ya-Na Lou y cols. programado para su publicación en la prestigiosa revista Environmental Research en marzo del 2022 y realizado en más de 60.000 niños y adolescentes de 94 escuelas diferentes se constató que, aquellas escuelas con más verdor en su entorno (un radio aproximado de 500 metros), los escolares tenían una menor prevalencia de hipertensión con reducción en la presión arterial sistólica y diastólica. Sin encontrarse evidencia de mediación para la contaminación del aire y el índice de masa corporal.
En otro trabajo realizado por Wen-Wen Bao y cols. publicado en enero del 2021 y con una muestra de más de 56.620 niños chinos confirmó que los entornos con niveles más altos de verdor se asociaron con un menor índice de masa corporal (IMC), circunferencia de la cintura y menores probabilidades de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes.
Como cualquier estudio, estos tienen también sus limitaciones como por ejemplo una única medición de la presión arterial, el diseño del estudio transversal, o los niveles de actividad física diarios de los niños, entre otras. Pero sin lugar a dudas abren una nueva vía para seguir investigando sobre los efectos del entorno verde en la salud de los niños. Se podría investigar si hay más influencia en entornos con vegetación boscosa frente a prados, o si los espacios verdes estructurados pueden ser mejores que los no estructurados.
Espacios verdes para una sociedad más saludable
Un argumento más para apostar por la creación de espacios verdes que inviten al movimiento y al juego libre, especialmente en las inmediaciones de las escuelas. La naturaleza siempre será una gran aliada en la educación de los niños y en la promoción de hábitos saludables. Las autoridades políticas podrían tener en cuenta los resultados de estas investigaciones para planificar los entornos urbanos y la ubicación de centros escolares.
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