A lo largo de la infancia se manifiestan en los niños diferentes tipos de juegos, entre ellos se encuentran el juego simbólico y el juego de simulación o también denominado imitación. En este post te explico las principales diferencias entre ellos, pues aunque puedan parecer similares son diferentes.
¿Qué es el juego simbólico?
El juego simbólico es un tipo de juego que aparece en los niños alrededor de los 18-24 meses. Este juego consiste en utilizar objetos cotidianos para darle otro valor y crear una situación imaginaria para representar personas, situaciones u objetos y cosas del mundo real. Por ejemplo, cuando un niño coge una caja de cartón y le da el valor de ser un coche desplazándose con ella por toda la casa a gran velocidad. Este tipo de juego estimula la creatividad y la capacidad de imaginación de los niños, ya que les permite experimentar con diferentes roles y situaciones de manera segura y controlada.
Otro ejemplo clásico de juego simbólico es cuando el niño utiliza la escoba o un palo y simula ser una bruja o un jinete montado en su caballo. Se trata de representar algo ausente con un objeto presente.
¿A qué edad aparece el juego simbólico en el niño?
Piaget establece tres niveles de fuerza del juego simbólico. En el primer nivel se alcanzaría la mayor fuerza simbólica en la franja etaria de 1 a 4 años. El nivel II abarcaría la etapa de 4 a 7 años con la extinción del juego simbólico puro anterior. Y por último el nivel III comprendería a una etapa de desaparición del juego simbólico situada entre los 7-11 años y dando paso al juego de reglas.
¿Qué beneficios tiene el juego simbólico para el niño?
El juego simbólico potencia su creatividad, imaginación y pensamiento abstracto. Puede también desarrollar habilidades sociales y emocionales, así como el desarrollo del lenguaje y la capacidad cognitiva aumentando en cantidad y calidad las conexiones neuronales en el cerebro.
¿Qué es el juego de simulación o imitación?
En el juego de simulación o imitación el niño recrea situaciones del mundo real pudiendo utilizar para ello objetos y escenarios reales. Por ejemplo, un niño coge una taza de café y simula que está tomando café como sus padres. Otro ejemplo lo encontramos cuando un niño juega a ser médico utilizando una bata y un estetoscopio o fonendoscopio de juguete para examinar a su peluche o a sus progenitores. Este tipo de juego puede ayudar a los niños a aprender sobre el mundo real y desarrollar habilidades prácticas, como la coordinación ojo-mano y la resolución de problemas.
Wyver & Spence 1999 clasifican este tipo de juegos en tres subgrupos: Juego de simulación dependiente del objeto, Juego sociodramático y Juego temático.
¿A qué edad aparece el juego de simulación o imitación?
El juego de simulación o imitación comienza a aparecer en los niños alrededor de los 18 meses de edad (Weisberg 2015) y continúa desarrollándose a medida que los niños crecen. Durante este tiempo, los niños pueden empezar a imitar los comportamientos y acciones que ven en los adultos y otros niños que les rodean. Las simulaciones pueden ser al momento, hablaríamos de imitación exacta, o posteriormente, por ejemplo cuando el niño llega a casa y reproduce una situación vivida durante el día. En este último caso sería imitación diferida.
A medida que el cerebro del niño se desarrolla, su juego de simulación se vuelve cada vez más sofisticado y complejo. Por ejemplo, un niño puede crear en casa una biblioteca y simular que es un bibliotecario dando carnés a todas las personas que hay en casa y pasándolo por el escáner cada vez que quieran coger un libro. El niño agrupará todos los libros en un rincón de la casa y creará así su pequeña biblioteca. Esto lo hace después de haber ido a la biblioteca varias veces con sus padres para retirar libros. Sería una imitación diferida. Algunos autores como Goncu, A. (1993) señalan que el juego de simulación o imitación social se vuelve intersubjetivo a partir de los 3 años.
El juego de imitación o simulación tiene una mayor duración que el juego simbólico extendiéndose hasta los 11 años y ocasionalmente puede continuar hasta la adolescencia o adultez (Smith & Lillard 2012).
¿Qué beneficios tiene para el niño el juego de simulación o imitación?
El juego de simulación es una parte importante del desarrollo infantil, ya que les permite a los niños experimentar con diferentes roles y situaciones, lo que les ayuda a desarrollar habilidades sociales, emocionales, cognitivas y lingüísticas. También les permite explorar el mundo que les rodea de una manera segura y controlada
Y para finalizar, piensa que seguramente tú sigas utilizando el juego simbólico ocasionalmente cuando por ejemplo le das una patada a una lata que hay en la calle simulando que es un balón de fútbol. O cuando imitas los gestos que hace un amigo tuyo, juego de simulación diferida.
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