Este artículo aborda una crítica constructiva al sistema educativo actual y especialmente a las escasas horas del trabajo de Educación Física y psicomotricidad en la etapa de Educación Infantil. Además, presenta unos resultados de un estudio donde se demuestra la mala calidad de enseñanza de la motricidad del niño y la precariedad de las instalaciones donde se realiza este proceso.
09:00 de la mañana, cientos de padres y madres acuden a centros educativos para confiar la educación de sus hijos/as en manos de un sistema educativo duro y cruel con el movimiento corporal. Sillas y pupitres sustituyen lo que debiera ser el principal eje en la Educación Infantil, el movimiento del cuerpo del niño/a.
Los años avanzan y los estudios de Piaget reposan sobre la estantería de muchas bibliotecas. Un importante hallazgo florece entre las páginas de sus obras, la importancia del movimiento para el desarrollo cognitivo, social, afectivo y emocional de los pitufos de la casa.
El/la niño/a tiene que canalizar su energía a través del imperioso movimiento, tiene que interactuar con otros iguales aceptando la diferencia, tiene que manipular objetos, descubrir nuevas sensaciones a través de sus sentidos…. La estimulación psicomotriz es de vital importancia para producir un desarrollo integral y armónico del ser humano. Sin embargo, el curriculum apenas habla de psicomotricidad y de Educación Física, y en ocasiones las horas dedicadas a que el niño/a se mueva dentro del horario lectivo quedan relegadas a los minutos de recreo. Los niños/as no pueden permanecer muchas horas sentados ni encerrados en un aula, deben moverse, deben disfrutar de un estilo de vida saludable invitándolo al movimiento de su cuerpo a través del deporte. Retener la energía del niño/a dejándolo estático y sin apenas interacción supone crear una fatiga mental y falta de atención a los contenidos que se le intentan transmitir en la escuela. Y en ocasiones, incluso se llega a castigar esa necesidad de moverse, castigando a los niños/as o riñéndole el docente cuando este se levanta o corre por el aula.
Un estudio indica que cerca de un 20 % de Centros de Educación Infantil no imparten la materia de psicomotricidad/Educación Física, y del 80% que sí imparten estos contenidos, se obtiene una media de trabajo de tan sólo 38 MINUTOS realizados una sola sesión a la semana en el 55% de los casos.
El niño necesita moverse, necesita canalizar su energía a través del movimiento, necesita estar en contacto con otros iguales, disfrutando a través del juego motor, asumiendo responsabilidades, aceptando y estableciendo reglas, respetando a los compañeros, necesita fomentar su creatividad y expresarla con el movimiento de distintos segmentos corporales, necesita interactuar con los objetos, con el medio físico, creando y transformando espacios… El niño no puede pasar 5 horas sentado en un silla en el entorno escolar y continuar ese hábito por la tarde en su casa.
Es necesario un doble cambio: un curriculum que abogue por un niño más activo y unos docentes con formación en Educación Física y Psicomotricidad que fomenten la práctica deportiva. Las administraciones educativas deben garantizar un curriculum con una importante carga de trabajo psicomotriz y de Educación Física (5 sesiones semanales), asegurar unas instalaciones adecuadas y contratar un número suficiente de profesionales expertos en Educación Física y Psicomotricidad estableciendo programas de formación específica y continua en este ámbito.
Os invito a leer este interesante artículo realizado por la Graduada en Educación Infantil y becaria del Departamento de Didácticas Específicas Rebca Pons junto con mi pequeña colaboración.
http://revistas.udc.es/index.…/SPORTIS/article/…/1445/pdf_37
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