La educación en valores es de vital importancia para crear una sociedad futura sólida y llena de capital humano. La escuela se convierte en el vivero de muchos valores, desaprovechar el tiempo que pasa un niño en ella es algo que muchos docentes no pueden permitirse. Por eso, hoy os traigo una actividad más para hacer con vuestro alumnado y trabajar numerosos valores.
Una actividad muy sencilla
Es una actividad muy fácil de realizar que te consumirá muy poco tiempo pero potenciará numerosos valores. Se puede hacer en Educación Infantil, Primaria, Secundaria e incluso en la Universidad.
La puedes llevar a la práctica en cualquier momento del curso, lo ideal es que empieces con periodos cortos de tiempo y poco a poco lo amplíes.
Un día formas una asamblea en clase y le indicas a los alumnos que piensen en un objeto pequeño que tengan en casa y por el que sientan un especial cariño. Seguramente tendrán varios, pero habrá uno o dos que destaquen sobre los demás.
Entonces les invitas a que lo traigan a clase el próximo día. Ese día los niños irán presentando al resto de compañeros el objeto que trajeron y los motivos de su elección. Nos contarán algo sobre la historia del mismo, cómo llegó a sus manos, dónde lo tiene guardado, etc. Posteriormente cogerán un papelito de un pequeño saco o bolsa a la que previamente el profesor incorporó el nombre de todos los niños de la clase.
El nombre que salga será quien reciba el objeto que fue presentado por el otro niño. En ese acto el niño se compromete a cuidarlo durante un mes o el tiempo estipulado por el docente, a guardarlo en un buen sitio de su habitación donde pueda verlo a diario y recordar que es de un compañero suyo que le cedió temporalmente una de las cosas que más quiere y por la que tiene aprecio.
Durante ese tiempo le iremos preguntando a los niños sobre el cuidado de los objetos que custodian y cuando se cumpla el mes los traerán y convocaremos de nuevo una asamblea para entregarlos a sus propietarios originales. En esta entrega cada niño comentará al resto de la clase qué supuso haberlo guardado durante este tiempo y de igual forma qué implicó o qué sensaciones tuvo el niño que lo entregó durante este tiempo que estuvo sin él.
Será el momento ideal para que el docente comente y abra un turno de debate para hablar sobre el valor de la confianza en los demás, el saber cuidar y respetar las cosas de los demás, el hecho de asumir responsabilidades con los riesgos que esto conlleva…en definitiva, les indicará que la vida es así. Que no podemos caminar solo y que debemos siempre tener confianza en las otras personas.
¿Qué sucede si un niño pierde o rompe el objeto?
Esto puede pasar, por supuesto, no será lo normal, pero si sucede tendremos que formar una asamblea nuevamente para buscar soluciones entre todos. Invitaremos a los niños a que no generen más problemas que el que hay, que es el hecho de que el objeto esté roto o se perdiese.
Le diremos que no podemos volver atrás en el tiempo ni tampoco juzgar al niño que le pasó esto, dado que es algo que nos puede pasar a cualquiera y que es hora de establecer soluciones. Seguramente ellos digan que le compremos otro, efectivamente puede que se pueda comprar aportando una pequeña cantidad entre todos. Pero si no está a la venta, otra opción es intentar hacer una réplica del objeto y que el niño lo guarde todavía con más valor que el anterior dado que es algo que han hecho todos sus compañeros para él.
Será la oportunidad para inculcar el valor de la ayuda y del trabajo en equipo. Pero también el valor de la frustración. De hacer ver a los niños que si tienen un problema que pidan ayuda siempre al resto de la clase porque verá que todo tiene solución de una u otra forma. Le enseñaremos también a relativizar los problemas y establecer prioridades en ellos. Es una actividad sin duda alguna que estimula y potencia muchos valores.
No te olvides de avisar a las familias
Es muy positivo implicar siempre a las familias en algunas actividades que hagamos con los alumnos. En este caso, es recomendable advertirles que vas a realizar esta actividad para que los progenitores asesoren a los niños qué objeto ceder temporalmente y ayuden también de forma oculta en su cuidado durante el tiempo que pase en el hogar.
Y recuerda que puedes hacer esta actividad tantas veces como desees. A los niños les hará ilusión recibir objetos muy queridos de otros compañeros e incluso puede que surjan nuevas amistades entre ellos.
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